martes, 10 de junio de 2008

A-mors

El amor es la bala dirigida

sin remedio posible al corazón,

la pólvora de besos que consume,

la sangre con la carne en explosión.

Amor es, como yo, bala perdida,

sin rumbo, con impulso, a medio gas,

con rumba, sin abuso, a todo gas

a la espera de dar

con lo blanco

en el blanco,

diana de carne,

en púbicas espumas solazado,

fluyentes ríos cálidos, piscinas.

Lo mejor de los hijos, los de carne,

(no sueños de razón, aquellos monstruos),

lo mejor de los hijos es hacerlos,

luego ya crecerán y, como cuervos,

los padres a los hijos, los hijos

a los padres

con el pico secreto (que no es beso)

matarán en matanza cruenta y cruel.

Hoy, por suerte, los hijos

son sólo del ingenio y de la cámara,

la suma conturbada

de blancos y palabras.

El amor, oleaje, siempre vuelve;

la pólvora, las balas, bayonetas;

la guerra de los sexos se renueva,

las batallas se libran en la cama,

las batallas se libran con la almohada,

el mordisco de sangre, el arañazo,

recuerdan la pasión, que no el hartazgo.

En presente, en mañana, todavía,

la ceguera del ebrio sigue crónica

hasta que el tiempo deje de durar,

y entonces, otra vez, los asociados,

decidan bifucar la senda mutua,

para buscar atajos tras los tajos

que deja, sin querer, el desamor.

Para buscar atajos novedosos,

que albergan, cierto es, viejas heridas,

y quieren pasar página, retoños.

El amor es zig zag de sendas viejas,

que sólo cuando cruzan reverdecen,

El amor es la vida, es la vida,

donde cada puntada es hilo de oro,

o cadena de plata,

que apresa cuerpos y almas,

que remienda, que cose, zurce, hilvana.

El amor es el sastre más sublime,

el ojo de la aguja y la punzada

del tejido corpóreo y entretelas.

El amor es el gesto remendón,

el hilillo de voz y de deseo,

el baile de la mano y de la boca,

las tanatorias danzas y eróticas.

Pero, a decir verdad, incognoscible,

no puede vil metáfora aprehender,

ni mente femenina ni de hombre

qué sustancia sutil y universal,

o qué cosa, a la llana, todo baña,

el amor que en prefijo es negación,

negación de la muerte por más señas.

© by I.M.C.

No hay comentarios: