domingo, 13 de diciembre de 2009

Carnaval


No sabía que me iría,
pero yo se lo decía,
ya se lo decía yo.
Siempre le daba la risa:
"son tus cosas, son manías".
Pero aquella noche, triste,
pero, triste, aquella noche
no recuerdo si rocé
la alegría entre sus piernas,
pan negro de comedor,
pan rojo de dormilón,
sólo sé que desperté
para dejar un autógrafo,
una nota de difuntos,
o suicidio para dos,
en el que yo me salvaba
de nuestra aniquilación.
La madrugada conduje
hasta arribar a la puerta
del puerto de un nuevo amor.
Desde entonces siempre esucho,
la que creo mi canción:
By the time I got to Phoenix,
desgarrado el corazón.
Ya le dije que lo haría,
cuando el veneno surtía
efectos de adiós, adiós.
Mientras la quise decía:
¿qué por ella no haría yo?
A la mañana siguiente,
¡cuántas veces me llamó!
pero no comunicaba
ni yo era contestador.
Por la noche dormirá
y al oído del vacío
no podrá escuchar mi voz,
y al oído del vacío
querra susurrarme y ¡no!.
Después gritará mi nombre,
entenderá que su hombre,
extranjero se extrañó,
dando avisos por doquier,
desgarrado el corazón.

© by I.M.C.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Tiradas en verso anisometría

Soñar con volar las penas,
que salten hechas añicos,
en bombazo de placeres,
de quereres y sabores,
tiene la angostura añeja,
bebida por mil hermanos.
La vida no tiene música,
mas ruido que no perfora
los tímpanos o los témpanos
de quien helado no escucha.
Los cascos que llevas puestos
protegen, santa persona,
el virgo de tus orejas.
¡Qué bonitas las palabras,
cuando salen de la boca,
y escapan, en su nacer,
balas de saliva tonta.
¡Qué bonitas las palabras,
cuyo río punteado,
salta, como vieja pulga,
salta, jadea y me toca!
Por las palabras yo muero,
por las palabras yo vuelo,
y les retuerzo el pescuezo
hasta que dicen, un poco,
aquello que decir toca.
Pero dentro está la presa,
cuyas aguas se desbocan,
como un animal feroz,
que tuviera un ansia loca.
En el vuelo del poeta,
artesano o bien esteta,
se otean mares lejanos,
horizontes que se alejan,
mares de salobre yerta,
que no colma aquella sed
tan antigua como cierta.
Remóra remordimiento,
parásito traicionero,
que carcome los adentros,
pasa factura al que escribe,
cada vez que pierde el tiempo.
Emprender vuelos suicidas
y sacrificarse en línea
es un precio no menor
porque en ello va la vida:
se pierden en papel ratos y orgasmos,
se pierden charlas hueras, chistes vanos,
los besos a destiempo, los abrazos,
se pierden, además, muy otras líneas,
que otros ojos y manos compusieron.
Entre el papel sumiso del actor,
agente involutario de la escena,
y el papel del tabaco americano,
el mejor escritor quema sus obras,
aborto del infecto opus perfectum,
como bien saben Broch, Virgilio y Kafka.
En época de epoché,
la de un ahorcado suspense,
un cuelgue que inmoviliza,
parece mejor opción
soñar de día y despierto
con sobrevolar las peñas,
sin querer saltar de ellas,
para rellenar con trino
las noches y atercederes
de quien, pese a los horrores,
quiere besar con el pico.
La vocación del poeta,
la llamada del futuro,
sin la sapiencia del búho,
ni el saber de la lechuza,
es como un grito en cielo
puesto por correo ajeno
pero que a Dios nunca llega.
El loco sin remedio coquetea
en los lindes de muerte y de nostalgia,
con los sueños más nobles del amor,
pesadillas obscenas, vida abyecta;
se acerca a las esquinas, putas letras,
desdobla los sentidos, los golpea,
porque quiere saltar de noche verjas,
oír del policía los silbidos,
o recorrer ebrio y ciego,
con la terneza de un niño,
los vedados paraísos,
empujado por un verbo,
que sin ser verbo divino,
serpentín revoltea
a la espera esperanzada
de nuevas hijas de Eva.

© by I.M.C.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Todavía es todavía

Todavía una mañana,
puedo llorar de alegría.
Todavía.
Mientras nos dure el camino
tanto duro como la vida.
Siempre podremos decir
todavía es toda vía.
Para el amor siempre hay tiempo
de perder los mil momentos
que el amor se llevará.
Los sueños que no me diste
otras sí me los darán
y la muerte será dulce
de caramelo de flan.
Dame un beso, todavía
y muramos en la sábanas,
dobleces de soledad,
gritando en orgasmo ciego:
¡que viva la vida viva!
Todavía es todavía.

© by I.M.C.

domingo, 11 de octubre de 2009

Un poema con Fausto Leali


Ha terminado, lo sabes,
porque las nieves empujan
el rescoldo de las tardes.
El espejo te refleja,
acompañante inclemente,
que destapa las arrugas,
que señala los lunares,
que se columpia en tus canas.
No se dibuja en mi rostro
la sonrisa tierna y pilla
al mirar la curvatura
de tu regazo y tu nuca.
No bebemos las palabras
a sorbo calmo, secreto,
de la boca compañera.
No compartimos los sueños
que se duermen en la almohada,
que se pierden en la nada.
No nos queda ni esperanza.
¡Quién pudiera recobrarla!
Solo pido, en la nostalgia,
haber dejado en tus ojos
mi vida con su fragancia.

© by I.M.C.

lunes, 5 de octubre de 2009

balbuceos ingleses, jugando a ser Leonard

I'm just waiting for your miracle
for your miracle to cum,
and your beauty, made of silence,
gets me wrong and makes me sad.

© by I.M.C.

lunes, 21 de septiembre de 2009

El mercado de carne y de corazones

Vendo en mercado siniestro
trozos de carne y de cuero,
corazón de cuerpo entero.
Vendes con buen regateo
la soledad de tu infierno,
el paraíso y el cielo.
No sabemos quién es quién,
vendedor o comprador,
pero gritamos los dos
buscando al mejor postor.
La captura glaseada
con agua de sal y lágrimas
se pescó en la mar océana
que baña los aislamientos.

© by I.M.C.

sábado, 22 de agosto de 2009

Corazón corajudo

Soledad, broma pesada,
desproporciona la vida;
los domingos sin amor
son tétricos, puro olvido,
tristeza en weekend sin end,
cuando el corazón se pudre
partido de vacuidad,
en un fútbol de neuronas
y de sueños que no van.
Aprende a ser ermitaño
para acopiar mil tesoros
que regales en segundos
a un rostro de niño tierno,
meciendo con bossa nova,
sonrisas adormecidas.
Si hay amor nadie está solo,
el corazón reverdece,
engrasado por los besos,
por el tacto, sutilísimo,
el roce de piel extraña,
que se sabe nueva y vieja,
pero idéntica, pero idéntica
a la piel que se refleja.
La pérdida del tiempo en compañía,
da sentido y da vida.
Corazón, no te arredres,
no te humilles, no cedas,
olvida, pierde vergüenzas,
que el maná del afecto llueve siempre,
un soplo huracando que coloca
las penas en su sitio, relativas.
Musculito llorica,
corazón desnutrido,
resérvate unas sílabas,
y la verás, sí, con sol,
cuando el calor no pica,
en los días de lluvia,
gotas que son caricia,
escucharás canciones
que te enternecerán
y morirás un día,
en un tantra de paz.

© by I.M.C.

viernes, 21 de agosto de 2009

Pajarico volandero

El pájaro no está muerto
hasta que cesa su trino;
el pájaro sigue vivo
mientras busca nuevos nidos,
rincones novedosos y mullidos
que acojan a los vástagos alados,
que sirvan de escenario a un amor grande.
El pájaro no está muerto,
aunque el pájaro esté tuerto,
mora libre por los cielos,
vuela, nada, grazna, pía,
surca confines etéreos,
se entretiene en ramas raras,
o posa con vil cuidado
sus patazas sobre lanza,
sus patitas y sus llagas;
el pájaro no está muerto,
canta, vuela, ríe, salta.
El pájaro no está muerto,
sólo espera, de esperanza,
una pájara que plazca.
El pájaro vuela solo,
y sin temer ningún vuelo,
desea con puro anhelo,
fundir su pico en un beso
tan eterno como el tiempo,
con una hembra de su especie
que también lo quiera siempre.

© by I.M.C.

sábado, 15 de agosto de 2009

Qué sabe nadie / La vida como forma literaria

Tristemente contento,
contentamente triste,
la soledad del hombre
se esconde tras sonrisa,
una mueca dentada, aserradora.
En la arena del ruedo bailan toros,
fantasmas que el capote no cornean;
las gradas de entusiasmo se atragantan,
aplauden a rabiar, jalean, gritan.
En soledad sin fin,
el hombre, que es gigante,
mira al cielo y espera:
la lluvia, la tormenta, cuatro gotas,
las lágrimas de Dios,
cuatro chispas de sol,
un rayo que fulmine
su soledad inmensa.

© by I.M.C.

sábado, 18 de julio de 2009

Chitón

Es mejor guardar silencio
y vivir con dignidad
y sentir en carne ajena,
que adentrarse en el comercio
del talento sin verdad
que plasmamos en las letras.
Nos vemos, pues, en la vida,
que los bytes son muy pequeños,
como angustias de un estrecho.
Allí, en la vida, podré
dar besos con b o con v
yo podré besar al fin,
y recibir justo pago
de otros labios de paseo.
En la vida, infinitos,
esperan los momentos virginales
para romper el hielo entre dos fuegos.
En la vida, aunque joda, puedo ser,
así, a secas.
Y cual mosca cojonera filosófica,
puedo intentar ser humano;
En la vida, también, puedo ser otras cosas,
de atribución pasajera,
sin empañar mi sustancia:
profesor de secundaria,
traductor a horas perdidas,
escritor de pacotilla,
filósofo de salón,
soñador del estrellato,
o científico estrellado.
Mientras me dedico a ser,
la vida, que está, se pasa,
y yo, casi sin querer,
yo me paso por su casa,
hasta llegar a la mía,
hecha de polvo y ceniza,
y de besos, pensamientos,
carantoñas y corridas.

© by I.M.C.

domingo, 7 de junio de 2009

Potencia impotente

Siempre quiero,
pero casi nunca puedo,
ése es mi ahogo,
mi impotencia,
mi dolor.
Quiero todo
y nada puedo
y nada tengo.
Pero el deseo
me empuja,
a vivir.


© by I.M.C.

Soplos soñados


Te conocí una tarde como otras.

tu lengua tan distinta ya fue un reto,

tu estatura, tu pelo, tu actitud,

tus ojos, tu sonrisa, tu mirada,

tu ser fresco, franco, seguro, vivo.

Nadé, virgen, pequeño, desvalido,

por turbulentos mares de deseo,

preñado de dolor y soledad,

quería recibir, y dar, el placer del instante

quería recibir, y dar, un amor grande.

Nadé sin atreverme, sin osar,

derramador de espuma solitaria,

inmerso en vaguedades temerosas.



© by I.M.C.


Lexicografía poética

Entre principio
y final,
amor es un
mientras tanto,
de sentimientos
y sexo.
De deseo
y embeleso.


© by I.M.C.

¿Cómo apresar lo que escapa?

Al amar,

al ser amado,

nadie vive,

nadie muere,

nadie es,

en el amor.

Porque todos se dan

como regalo.

Nadie posee lo propio

ni lo ajeno.

Cuando el ser se diluye

entre pasiones.



© by I.M.C.


Caducidad

Nacer lleva, es ley de vida,
la semilla del morir,
somos todos transitorios,
seres de tacto fungible,
estancias sin una esencia;
los vivientes se suceden
en reemplazo rutinario,
unos follan, otros nacen,
esos crecen, luego follan,
después paren, y al fin mueren.
Ninguno queda de adorno,
Cada quien entra a buen paso,
y con los pies por delante,
en aquel casal de todos
donde entrar no quiere nadie.

© by I.M.C.

no morir


El hedor de tu cuerpo

que por muerto se pudre,

contrasta con el perfume

de inodora eternidad

que exhala todo tu espíritu.

Yace tu osamenta

entre las carnes,

mientras un hálito etéreo

se pierde entre los dioses

y los aires.


© by I.M.C.

taedium uitae adolescente

¿Qué me pasa?
¿Qué me ocurre?
Ni yo sé lo que me pasa.
Pero me duele me duele.

© by I.M.C.

Objetos

Si soy de tela

me rasgo.

Si de madera

me astillan.

Si de hielo

me derrito.

Si de fuego

ya me apago.

Si de aire

ya me calmo.

Si de piedra,

...

me pisaron.


© by I.M.C.

O meu Natal

Venir al mundo desde la nada,
aprender a sufrir día tras día,
respirar y llorar por vez primera,
enfermo sin saber, roto por dentro.
Sonreír de pequeño, creyendo que no duele,
dormir, tan diminuto, en cama ajena,
rodeado de batas y de ausencia,
Muy lejos del hogar, en el exilio.
A punto de morir, a punto de vivir,
caminar por el filo dejó heridas.

© by I.M.C.

La dignidad de sufrir


De la misma manera,

por suerte sin distingo,

elige la desgracia

a quien es digno.


© by I.M.C.

Cerámicas micénicas


Es mi carne

vivo barro;

es mi sangre

tinto agrio.

No soy de hierro

forjado.

Por eso,

cuando llueve,

me deshago.


© by I.M.C.


sábado, 6 de junio de 2009

Leprosería

En posada de leproso
se venden restos de serie,
piezas de chatarra humana
desmembradas a intemperie,
pulgares de plan perdido,
índices sin horizonte,
anulares sin anillo,
contramuslos sin cariño,
plantas de pies sin camino.
En la posada del monstruo
bailan prodigios del diablo
burros de carga, de establo,
bustos de anonadamiento,
naturalezas sin besos.
Hombre elefante pasea
con su trompa matutina
adquirida en el rincón
donde se vende el alcohol
con que de tratarse olvida,
Barbuda mujer se peina,
aunque siempre está a la greña
con quienquiera que se atreva
a mancillar su belleza,
a considerarla fea,
fea estrella, fea, fea.
Enanos miran con pena,
alta, que dice el poeta,
los cielos que centellean.
Al otro lado Hitler los contempla
hombre normal, en la media:
"¡cámara de gas serena!",
dicta para su conciencia.
En posada de leproso,
entramos todas y todos,
por eso, si un nene o nena,
considera que su temple
proviene de lo extrafino,
convidémonos, hermanos,
a entonar canto ofendido:
¡me cago en la mar serena!

© by I.M.C.

A mi editora

Quieres tenerme escribiendo
cual esclavo del talento
que no pedí, pero llevo,
y corroe mis adentros,
mientras aglutino verbos.
Del trance en que entran los versos
quiero despertar sientiendo
la calidez de tus dedos
sobre coraza de acero,
la calidez de tus besos
sobre mi boca de cieno.
Quieres tenerme escribiendo
pero no sabes, mi cielo,
que mis letras piden tiempo,
tiempo que contigo pierdo,
porque me disperso en juegos.
Yo mil veces te prefiero,
en mi cama al escondite
jugar de tu escote al quite,
y sentir en calvas canas
el cierzo de tu jadeo.
© by I.M.C.

Estilo en el vacío

Ejercicio de estilo en el vacío
podría ser huero empeño, baldío,
de edificar barrocos preciosismos
deshacerse en matices de remilgo,
cambiar por franco 'verano', culto 'estío'.
Por suerte en este caso, no es lo mismo.
Ejercicio de estilo en el vacío
significa algo más, sano o podrido:
existir con precarios equilibrios,
estar a la carrera, de interino,
preguntar de existir, ¿virtud o vicio?
con afecto de estraperlo por un nido
pender huevos y pájara de un hilo.

© by I.M.C.

Diálogos

¿Qué llevas en la maleta?
Cuatro frases pizpiretas.
¿Qué llevas en la cartera?
Fotos de brisa y marea.
¿Qué guardas en la nevera?
Afecto que descongela.
¿Qué oculta tu cartón piedra?
Un corazón que revienta.
¿Qué escondes en la entrepierna?
Semillas de otros planetas.
¿Qué horneas en la cabeza?
Tarta de duda y certeza.
¿Gustas de naturaleza?
Mezcla de hachís y yerba.
¿Sabes que quien caga, mea?
Nada importa, serás dea.
¿Me querrás hasta que muera?
Yo te querré mientras pueda.
¿Para ti, imperecedera?
De caducidad eterna.
¿Eres pájaro, que vuela?
Agua, viento, fuego, tierra.
¿Me matarás con poemas?
Pienso escribir con nobleza.
¿Qué has de tramar con mis telas?
Corremos por las eras,
cervatillos que se abrevan,
alhelíes que se alelan,
vidas que se balancean.
¿Compartiremos las penas?
Y compartiremos fresas.

© by I.M.C.

jueves, 4 de junio de 2009

Prima lectio bis

Con mi cuerpo de entretiempo,
no quiero, cuando me veas,
que resbalen por tus piernas
gotas de sudor de fuego,
no quiero que se estremezca
tu surtidor de deseo,
ni quiero tu abrazo loco
entre aplausos empapados,
compresores, apremiantes,
revoltosos, tensos, laxos.
Preferiría más bien
pecadillos entre juegos,
preferiría, también,
que con roce a contrapelo
de alevosa levedad,
y con pescozón travieso,
lametón subliminal,
se te ensache el corazón,
tanto como se hincha el foque,
cuando lo acaricia el viento.
Ojalá supieras ser
algodón que vuela y calla,
lana de azúcar de caña,
ojalá que desaprendas
a ser presa de almadraba,
ser bonita arponeada.
¡Que no eres trozo de carne,
tampoco carnuzo o fiambre!
¡Que eres viva pura sangre,
un ser humano con arte!
Para que sepas por siempre
esta lección, ¡ignorante!,
yo te la quiero tatuar
con saliva, dulce esmalte.

© by I.M.C.

lunes, 1 de junio de 2009

Muelle solo

Del extremo al extremo del colchón

ruedo en piruetas locas, descansadas,

saltimbanqui volante en circo extraño

sobre mullido suelo flexionado;

me faltan los repliegues de tu carne,

ambrosías y néctares de ombligo,

comida conducente hasta el Olimpo.

¡Qué distinto el olor de mis mañanas,

sin deliciosa lluvia delicada,

sudorosa humorada que se corre,

rimel de caricias blandas!

Me dejas sordomudo con la ausencia,

pero tus signos cálidos despiertan

la mirada risueña de un sonámbulo,

recobro las palabras ipso facto,

gasto saliva trémula, deseo

obedecer a ciegas tu sextante

tu derrota, tu brújula, tu lengua.


© by I.M.C.

Algunos sueños

Algunos sueños la palman
en la palma de tus manos
cual palomas mensajeras,
que, en el sueño de su vuelo,
se lanzaron en picado
hacia el suelo desgraciado.
Algunos sueños la palman
en la morgue del silencio,
donde los enterradores
ríen negros de desprecio.
Algunos sueños la palman,
a la manera de un viejo,
cansado de su trayecto,
vencidos por el esfuerzo
de cagar en un asiento.
Algunos sueños la palman,
y no merecen ni un breve
en el periódico oscuro
de las comarcas silentes.
Algunos sueños la palman
dejando el perfume negro,
el soplo triste y secreto,
de un pedo que se atraganta.
Algunos sueños la palman,
mientras quien sueña los pierde
del mismo modo que un padre
que por la noche conoce
atroz orfandad inversa.
Algunos sueños la palman
mientras otros resucitan,
eclosionan del papel
arrugado en bola tétrica
que albergaba generosa
una papelera histérica.
Los resurrectos son, con diferencia,
los del sabor sabroso, vidas necias.


© by I.M.C.

domingo, 31 de mayo de 2009

The longest night

Qué noche, larga y cruda, inexpugnable,

las neuronas no abrigan, sólo piensan,

la sinapsis sinopsis nada vale.

Esperando una caricia

se traspone mi sustancia,

gorgoritos nos acunan,

mis ronquidos hasta el alba,

gorgoritos nos acunan,

a mi soledad y yo,

abrazado y abrazada.

Esta noche no me quieres,

esta noche nos separa

una línea delicada

la que dista tantos metros

entre mi casa y tu cama,

entre tu cama y mi casa,

No será aquesta noche,

¡qué desgracia!

no habrá ni besos tontos

ni las dulces guarradas,

ni las dos horas locas,

ni los cinco minutos,

ni el "perdón, me he corrido",

ni el "cabrón, que no llego".

Hoy ordenaré mi sexo,

hoy ordeñaré mis metros,

levantaré en tu honor un parapeto,

la tienda de campaña solitaria;

las horas de esta noche, pues no vienes,

cincelaré tus besos en imágenes,

consuelo miserable de soñarte.

Penelo, penique fuera

moneda de tu desdén,

perro que ladra a tu puerta;

la cabina de la esquina

me devuelve tu voz nueva

pero yo me siento Ulises

en la noche más abyecta.

No será aquesta noche,

¡qué desgracia!

Serás carne de poema,

carne de cañón y letras,

estigma de desmemoria.

Recorreré la noche de sirenas,

en busca de la sima que me acoja,

que entienda mi congoja por tus besos,

y buscaré en las rocas tu mirada.

© by I.M.C.

Siendo

Oh fango aquilatado por orfebres,
curtido con navaja de barbero,
lustrado por leprosos del deshielo,
bazofia del vicio y vezo,
divinal chispazo en cielo.
¡Cuán difícil es ser hombre!
¡Cuán difícil es ser hembra!
¡Cuán difícil, ser mujer!
¡Cuán difícil, ser macho!
¡Cuán abstruso simulacro!
Prefería ser costilla,
tuétano y recubrimiento,
nada de destino cierto,
adánica niñería.
No soñar, que está prohibido,
no volar, Ícaro a tierra,
no pensar, balanza viva.
Ojalá tuviera impulsos
eléctricos como autómata,
y no me matase el pulso
ni esta taquicardia lenta,
ni esta braquicardia rauda.
Pero el corazón, de carne,
da saltitos a su ritmo,
que tiene dos orejitas,
que tiene, también, dos tripas:
las dos primeras escuchan
las frecuencias inaudibles,
del alma perrunas guardias;
las dos segundas digieren,
con su jugo rimbombante
navajazos y estocadas.
Oh fango aniquilado por orfebres,
aflora de una vez cual oro eterno,
incorruptible cuerpo en fusión fría,
derrámate dorado sobre Dánae,
descomponte mercúrico, plateado.
Curtido con navaja de barbero,
coquetea con filos flirteantes,
sin surcar la llanura de tus venas;
lustrado por leprosos del deshielo,
lava con agua santa toda llaga,
sé grano de mostaza putrefacto,
ser de luz con alma magna.
bazofia del vicio y vezo,
mea en cuencos de manos,
caga en cuclillas sanas,
bebe a sorbos ansiosos,
come platos lejanos,
eructa, escarba, escupe,
pede, maldice, hiede,
folla cual fuelle antiguo,
con un aliento cálido,
con el soplo del fuego,
derrama flor y nata,
¡no es dispendio!
Atonta con tus cantos cancerberos,
no vuelvas la mirada, sigue recto,
explotarás sin más, en un momento,
serás un divinal chispazo en cielo.

© by I.M.C.

Oda del gran masturbador

Existir ¿todavía?

¡Nada, nada!
¡Nada, nada!
¡Todo, todo!
¡Todo, todo!
¡Tiempo, tiempo!
¡Tiempo, tiempo!
¡Y yo en medio,
y yo en medio!

© by I.M.C.

El precio de un poema

Hacer poesía a kilos,
como trapero barato,
parece tarea fácil,
juego de tedio y regalo,
pero se requieren manos,
pero se requieren mano:
unas manos solitarias,
que persigan distraídas
palabros y palabrillas,
sentimientos sin cuartilla,
que acaricien sudorosas
la piel áspera de un lápiz,
en vez de adentrarse en muslos,
más tiernos que gelatina,
de dureza diamantina,
estrechos como una mina.
El precio del orgasmo literario,
a veces gatillazo, a qué negarlo,
asciende a descendencia no encargada,
a feto que se aborta en el camastro,
al reclamar la hembra espaldarazos
que con gusto daría todo macho,
y recibir respuesta de rechazo.
Escriba imperativo del adentro,
dictado sin dechado de lo oculto,
obliga a no yacer por poesía,
parentética vuelve ansia canina,
mientras las musas vuelan, dolorosas,
con la vaina ofendida pero intancta.

© by I.M.C.

Recuperar la voz

Di versos diversos
a quien los pidió,
tanto di que luego
mi voz se apagó.
Me quedé sin voz,
me quedé sin voz.
Afónico, seco,
ciego, mudo, ¡no!
Blandamente cae
sirimiri salado,
pezcuezo en mi orvallo.
El agua remoja
mi garganta seca
deshaciendo el nudo
de mis entretelas,
vocales, bucales
nuevas cuerdas pueblan.
La saliva ajena,
servida con lengua,
me inflama, me quema,
escupo palabras
como un lanzallamas:
cuánto es mi contento,
qué gozo en mis saltos,
espíritu de vino,
espíritu divino,
sirvo de mi cántaro.

© by I.M.C.

Morse de besos

No soy profesor de nada,
vivo de enseñar ensueños,
que me persiguen insomnes
en las noches sin mañana.
Esta tarde, sin embargo,
esta tarde tengo ganas,
de darte lecciones largas
de cosas casi olvidadas.
Dibújame en tu cuerpo cien renglones,
una guía imperdible,
un gran circuito,
deja que saque punta a lengua-pluma
y que te dicte lento versos vivos,
en un lenguaje ciego pero tierno:
el morse de mis besos en tu cuello.

© by I.M.C.

Partos de soledad

En un vaso sin fondo, sin retorno,

caen gotas de silencio que no impactan

en superficie hollada por humanos.

Un bufido escultor cincela gérmenes

al saco de bacterias avenidas,

convivientes atónitas en cuerpo.

Las curvas y las rectas de la carne

guardan la proporción del oro blanco,

un aleteo griego milimétrico.

Los pensamiento vuelan al vacío,

batiendo y rebatiendo blancas alas,

ingrávidas gravídicas, absortas.

El soplo de los verbos encarrilla

las ansias devorantes de la nada,

carnívoras, omnímodas, letales.

Crisol, edad tardía, de tristeza,

alquimista paciente busca piedras

que lapiden el odio a la inocencia.

La distancia entre dos átomos

se refleja con la flecha

(Zenón de Elea lo enseña):

esa distancia es eterna,

¡es eterna!

¡eterna!

como la muerte y la guerra,

y los verbos son las soga,

trenzada con tela lenta,

que cautivará tu lengua.

Penetrarán en tu oído

con la fuerza de la piedra:
sordera pedirás al violador,

al que escupe palabras en tu oreja,

a quien se adentra en ti, sin que lo quieras,

a quien te hiela el alma, aun a sabiendas.

Y todo callará.

Encinta del dolor, iluminada,

despertarás después, luz de mis sueños,

transida del dolor, pero fecunda,

antojosa, apetente comerás

espuma de mañana anaranjada.

Parirás a un gigante enardecido,

parirás a un enano resignado.

Entonces serás libre.

Entonces serás madre.

Comprenderás, por fin,

la tristeza infinita del amante,

cuando choca y no funde los anhelos,

pues tuviste en tu seno vida toda,

que cesó de ser tuya por cesárea.

Estamos siempre solos,

de psiquiátrico,

migas en la panera, desencanto.

Despiérteme de este sueño,

loco, tonto, malo, bueno

el Cristo que lo fundó,

o su amigo Calderón,

Dios es per negationem, dirá el sabio.

ignaros de su existencia, vivamos

mientras tanto,

que no es poco,

vivamos atque amemus, por un día.



© by I.M.C.

jueves, 23 de abril de 2009

Übung

De tanto soñar despierto
de verdades soñoliento,
quisiera cerrar los ojos
que siempre los tengo abiertos.
De tanto callar sereno,
anquilosado por dentro,
quisiera cantar a coro
cantos de amor y deshielo.
Regresar del retiro voluntario,
pensar por un momento una palabra,
adivinar efectos paradójicos
labrados en sonido y en afecto,
creer, por un segundo, que es posible
retorcer las palabras a mandobles
para decir lo nuevo con lo antiguo.
Luego realidad rauda resitúa
los afanes dispersos del filólogo,
lo pone de un sopapo cotidiano
entre el vulgo que vive a dentelladas,
como peón de escaques sin cerebro,
como sota de bastos y gañanes.
Socrático silencio desvirgar
exige un empujón y algún olvido
y la vana creencia en el discurso
que el berbiquí de verbos ya trepana
en la lengua que sangra y el cerebro.

© by I.M.C.

Se men sube a la cabeza / Pajas mentales

Las estancias vacías, corazón,

permanecen, arrullan al silencio;

el polvo de las huellas de otros tiempos

tizna suelos intactos, nuevos virgos.

Los huecos del recuerdo llenan ecos,

el soplo de la brisa enmohecida

lagrimea sereno en los rincones.

Las tardes sin Teresa pasan lentas,

sin mística, sin verbos, con nostalgia,

las tarde sin Teamo resucitan

la muerte que albergaba el neonato.

La soledad del sol sí tiene brillo,

la soledad del yo pone un cuchillo

al cuello del que gime ante la espada

que media entre pared, aorta y nada.

El tedio de vivir sin chute en vena,

la observación doliente de lo amargo,

el reloj con la arena y arañazos,

se cura, transitorio, con ensalmos,

al conceder la vida santo olvido,

cuando del rabo Venus saca esputos,

soñados o de carne, eso no importa,

cuando solloza y tiembla un cuerpo extraño,

pidiendo que lo maten a embestidas,

cuando la lluvia cae pesada y tierna

sobre dos paseantes de la mano,

que se miran y pintan futuro

hecho de días largos o de cielos,

según les corresponda tanda en Parca,

que los hay sin más meses que un enano,

que los hay más años que un gran árbol.

Añorar la tenencia de querencia,

desquerer en la ausencia quitaesencias,

morir, vivir, amar, tener paciencia.

Ay mujer,ay mujer, siempre estoy triste,

siempre estoy triste, ay, mujer, mujer.

No finjo con esbozo una sonrisa,

prefiero el escozor en el pescuezo,

intuición sublime de guadaña.


© by I.M.C.