Justo en este momento, en este instante
el sueño serpentea por el tuétano,
el corazón afloja su latir.
Justo en este tic-tac del segundero,
los sueños se despiertan en privado,
el corazón afloja su latir.
Justo cuando los grillos acompañan
al silencio de motos y camiones,
el corazón afloja su latir.
Los miembros se relajan finalmente,
empadados en vino, placer, penas,
el corazón afloja su latir.
Las preguntas del día, renovadas,
las preguntas de vida, repetidas,
bailan en torbellino, en ebriedad.
El corazón afloja su latir
pero recuerda siempre, todavía,
cada beso o caricia, cada herida.
Y mañana no olvida despertar.
Despertar a la vida, palpitante.
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