sábado, 14 de junio de 2008

Existir todavía

Si quieren pisotear

el manto de mi carne,

morderé con los dientes sus zapatos.

Si quieren con sus dedos

dejar mis ojos ciegos,

les partiré los huesos,

derretiré su ira al rojo vivo

como Sansón tranquilo.

Si desean lustrar

a vergajazos

la playa de mi espalda,

me volveré de roca.

Si me gritan: "enfermo,

loco, merdoso, lerdo",

miraré con silencio

y sólo mi mirada

de elocuencia callada

susurrará estentórea

mi salud más robusta.

Si quieren exprimir

mi bombeo de sangre,

les vomitaré tinta

roja como la tarde.

Si quieren, si no quieren

enlutarme el espíritu,

coser puntos en boca,

les derramaré rosas,

raíces, tallo, espina,

me elevaré seguro

por sobre el horizonte,

milagro sobrehumano.

No volverá a pasar

jamás, jamás, jamás.

Si empuñan ensañados

espadas de dolor,

caminaré desnudo,

caballero de amor

hacia su corazón.

Mi coraza no existe,

mi pecho infranqueable

abre puerta a la flor.

No volverá a pasar.

Guerrero endurecido,

humilde con bondad,

ayer ya paré golpes,

las balas de revólver,

sola mi sola mano,

sin catana ni sable,

sin amigos ni hermanos.

¿Qué importa si mañana

repito esas hazañas,

qué más da?

Son lucha cotidiana

y yo ya sé luchar;

porque me sobran tripas,

huevos, coraje, vida,

para vivir y amar.

Y mi enseña no cambia,

ni divisa varía:

"Sacrificarlo todo

a la verdad".

Y si tú me acompañas,

dueña del huracán,

no dudes tú jamás

jamás, jamás, jamás

que manos entrenadas

y boca de volcán

no se cansarán nunca,

en lo que dure el trecho,

por ti, que tanto importas,

de escribir y luchar.

© by I.M.C.

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