No existe nadie inmune a la belleza,
cuyos ojos no exploren cuerpos nuevos,
rostros, perfiles, torsos, siluetas:
la piel acanelada con sabor a café,
las pestañas tan largas, sin final,
derrama la mirada chocolate,
frescos gajos de carne, rojos labios,
los dientes, perlas blancas, collar vivo;
los brazos y las piernas, torneados;
esculpidos en suave, tierno mármol,
el pecho irrefutable, acariciante,
oquedades lozanas y jugosas
que tan sólo se brindan en la alcoba.
No existe nadie inmune a la belleza;
cuya boca no busque compartir
las salivas de besos y entrepierna;
El abrazo más íntimo, total,
encuentro penetrante de sudores;
el aire entremezclado, jadeante;
en un vaivén marítimo y gimiente.
tras el cuerpo perfecto, sin embargo,
tras ese culo prieto, caramelo,
bajo el secreto dulce, suspirado,
¿Puede morar un alma generosa,
una mente despierta, luminosa,
un corazón que vibra, prenda, crece,
un corazón que canta, ríe llora?
¿Alguien que se pregunte: “¿tú qué sientes?”,
Alguien que se pregunte: “¿tú qué piensas?”
Alguien que se pregunte: “¿tú qué quieres?”
Alguien que salga, en fin, del yo de siempre,
y quiera intercambiar tesoros propios?
O más bien hay debajo sólo piedra,
o más bien hay debajo fruta verde,
dispuesta a madurar con más dureza,
o más bien hay mentiras agradables,
Mantenidas en propio beneficio.
o tan sólo es un coro monocorde,
que va del yo al ego y así vuelve.
Aguarda, aguarda, aguarda, aguarda, aguarda,
Don nadie, conmovido por un cuerpo,
Don nadie solitario, girasol,
cegado, con certeza o falsamente,
por las intuiciones de almas nobles.
deja pasar el tiempo, no te rindas,
explora tu camino sin temor,
averigua, pregunta, mira, piensa.
si confirma o desmiente lo sabrás,
si la falsa esperanza te traiciona,
si llena de emoción, pasión y besos,
si amistad sólo quiere o todo amor,
si miel o hiel bajo su piel esconde.
cuyos ojos no exploren cuerpos nuevos,
rostros, perfiles, torsos, siluetas:
la piel acanelada con sabor a café,
las pestañas tan largas, sin final,
derrama la mirada chocolate,
frescos gajos de carne, rojos labios,
los dientes, perlas blancas, collar vivo;
los brazos y las piernas, torneados;
esculpidos en suave, tierno mármol,
el pecho irrefutable, acariciante,
oquedades lozanas y jugosas
que tan sólo se brindan en la alcoba.
No existe nadie inmune a la belleza;
cuya boca no busque compartir
las salivas de besos y entrepierna;
El abrazo más íntimo, total,
encuentro penetrante de sudores;
el aire entremezclado, jadeante;
en un vaivén marítimo y gimiente.
tras el cuerpo perfecto, sin embargo,
tras ese culo prieto, caramelo,
bajo el secreto dulce, suspirado,
¿Puede morar un alma generosa,
una mente despierta, luminosa,
un corazón que vibra, prenda, crece,
un corazón que canta, ríe llora?
¿Alguien que se pregunte: “¿tú qué sientes?”,
Alguien que se pregunte: “¿tú qué piensas?”
Alguien que se pregunte: “¿tú qué quieres?”
Alguien que salga, en fin, del yo de siempre,
y quiera intercambiar tesoros propios?
O más bien hay debajo sólo piedra,
o más bien hay debajo fruta verde,
dispuesta a madurar con más dureza,
o más bien hay mentiras agradables,
Mantenidas en propio beneficio.
o tan sólo es un coro monocorde,
que va del yo al ego y así vuelve.
Aguarda, aguarda, aguarda, aguarda, aguarda,
Don nadie, conmovido por un cuerpo,
Don nadie solitario, girasol,
cegado, con certeza o falsamente,
por las intuiciones de almas nobles.
deja pasar el tiempo, no te rindas,
explora tu camino sin temor,
averigua, pregunta, mira, piensa.
si confirma o desmiente lo sabrás,
si la falsa esperanza te traiciona,
si llena de emoción, pasión y besos,
si amistad sólo quiere o todo amor,
si miel o hiel bajo su piel esconde.
© by I.M.C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario