martes, 23 de septiembre de 2008

Cuando tenga 64 escaques


Nadie dijo que fuese fácil, cómodo;

los que nos precedieron avisaron,

rezaban milenarios el final,

creyendo en un retén de apocalipsis,

consciente de la lágrima y del valle;

Nadie proclamó a voces las ventajas

de encarnarse por óvulos y semen;

El hombre desconoce la certeza

del dato relevante en existencia:

su momento de luz, alumbramiento;

ignora a la Eva anónima del barrio

que le dio nacimiento de su panza.

El hombre reconoce con certeza

el dato finalista de vivencia,

sin alcanzar jamás cómo ni cuándo.

De la primera estaca en valladar

sabe por referencias, nada más,

de la maza que cae, por intuición.

Los márgenes del campo donde siembra

guardan como vigías dos baldíos

que caminan de nadas hacia todos,

que caminan también por vía inversa.

Nadie dijo que fuese fácil, cómodo:

existir juega todo en ajedrez,

ni alfiles ni peones se escaquean,

a veces se oye un "jaque" que no mata,

otras el mate llega con apremio.

No importa si eres torre, si caballo,

rey, reina, alabastrino, azabachado;

procura dejar huella en el intento,

que lágrimas enjuguen tu cal blanca,

y besos te den lustre en superficie;

que tu partida sea de verdad,

en cada movimiento, inteligencia;

en cada escaque esquina para amor,

sitiado por los claros y los nublos,

con la mano nudosa del vigor.


© by I.M.C.

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