El sol de mi corazón
se apagó como bombilla,
tú eras la electricidad
pero yo no lo sabía.
¡Tantas cosas hice mal,
tantas cosas en un día!
Y tú tienes tantas penas
como segundos la vida,
pero sacudes tus lágrimas
como pulgas mortecinas;
y vuelves a estar contenta
y vuelves a estar con vida,
olvidas la pesadilla
recobrando la alegría.
Yo ya no te importo nada,
ríes, respiras, caminas,
eres libre, sin cadenas,
Y tu corazón florece
como una rosa temprana
que se nutre, aunque no quiera,
del estiércol de mi alma.
© by I.M.C.
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