lunes, 13 de octubre de 2008

0, 1, 2: 3; 0, 1, 2: 3

Somos lo que somos solos

hasta juntarnos con otros.

Entonces somos los dos

y en la suma de tú y yo

cabe un nos que comunica

el sí tuyo con el no

que supongo que sí es mío.

En alteridad idéntica

edificamos hogares

de identidad alterada,

mano con mano distinta

fango, lodo, tierra, grava.

Psique de encastillamiento,

alma diversa y compleja,

la expresión de vida mínima,

la celda unicelular,

se deshace por hallar

alguna pluralidad.

Dos átomos hoy se encuentran,

gotas de mercurio unidas

en un proyecto común

de máscaras desveladas

que renuncian al telón.

El individuo indiviso,

cifra santa de la mónada,

el número primo divo,

cuya raíz es sí mismo,

se suma y se multiplica

para volver luego al cero

de inexistencia binaria.

© by I.M.C.

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