miércoles, 30 de julio de 2008

Breves del carrusel


La gracia de la desgracia
es que un don no querido,
un regalo advenedizo,
un aldabonazo terco
en la puerta de un olvido.
La desgracia de la gracia
es que, cuando es concedida,
ya ni alegra ni consuela,
sólo indigna, sólo sobra.
En el parque de la vida,
vallado en cronología,
los niños viejos y nuevos
se suben al balancín,
se columpian y se ensucian,
se pelean y se besan.
¿Entre qué tiene y no tiene
quien busca entretenimiento?
Entre nacer y morir.
Entre vivir y soñar.
Entre escribir y leer.
Cuando el carrusel se para
todos quedan conmovidos.

© by I.M.C.

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