miércoles, 14 de abril de 2010

Treinta gracias


Abrazos de los amigos,
los besos de las amigas,
las ciudades que he vivido,
las personas que he ganado,
los amores que vendrán
o debían terminar;
la sonrisa en la mirada,
fortaleza en cuerpo y alma;
las carreras, los estudios,
los países, con Italia,
los países, Alemania;
la alegría, el optimismo,
la felicidad de ser,
enseñar el propio idioma,
escribir varios poemas,
donde se apaguen las penas;
nadar mil seiscientos metros,
soñar mundos, tocar caras;
pasearme con la lengua
por una espalda muy larga;
o dar besitos pequeños
en párpados y garganta;
sudar de placer con calma;
estar solo sin nostalgia;
volver a filosofía,
romper cadenas antiguas;
mirar las metas más altas
y desear alcanzarlas;
querer bien, con rectitud,
ser leal, sin vil engaño;
ser capaz de dar amor,
satisfecho al recibirlo,
poder perderme en honduras,
sin que falten las palabras,
y no sean inventadas.
Despertar cada mañana,
sin doler, sin insultar,
cantando canciones raras.
Por todo eso doy gracias,
treinta veces, y otras tantas.
© by I.M.C.