jueves, 4 de junio de 2009

Prima lectio bis

Con mi cuerpo de entretiempo,
no quiero, cuando me veas,
que resbalen por tus piernas
gotas de sudor de fuego,
no quiero que se estremezca
tu surtidor de deseo,
ni quiero tu abrazo loco
entre aplausos empapados,
compresores, apremiantes,
revoltosos, tensos, laxos.
Preferiría más bien
pecadillos entre juegos,
preferiría, también,
que con roce a contrapelo
de alevosa levedad,
y con pescozón travieso,
lametón subliminal,
se te ensache el corazón,
tanto como se hincha el foque,
cuando lo acaricia el viento.
Ojalá supieras ser
algodón que vuela y calla,
lana de azúcar de caña,
ojalá que desaprendas
a ser presa de almadraba,
ser bonita arponeada.
¡Que no eres trozo de carne,
tampoco carnuzo o fiambre!
¡Que eres viva pura sangre,
un ser humano con arte!
Para que sepas por siempre
esta lección, ¡ignorante!,
yo te la quiero tatuar
con saliva, dulce esmalte.

© by I.M.C.

No hay comentarios: