domingo, 31 de mayo de 2009

Siendo

Oh fango aquilatado por orfebres,
curtido con navaja de barbero,
lustrado por leprosos del deshielo,
bazofia del vicio y vezo,
divinal chispazo en cielo.
¡Cuán difícil es ser hombre!
¡Cuán difícil es ser hembra!
¡Cuán difícil, ser mujer!
¡Cuán difícil, ser macho!
¡Cuán abstruso simulacro!
Prefería ser costilla,
tuétano y recubrimiento,
nada de destino cierto,
adánica niñería.
No soñar, que está prohibido,
no volar, Ícaro a tierra,
no pensar, balanza viva.
Ojalá tuviera impulsos
eléctricos como autómata,
y no me matase el pulso
ni esta taquicardia lenta,
ni esta braquicardia rauda.
Pero el corazón, de carne,
da saltitos a su ritmo,
que tiene dos orejitas,
que tiene, también, dos tripas:
las dos primeras escuchan
las frecuencias inaudibles,
del alma perrunas guardias;
las dos segundas digieren,
con su jugo rimbombante
navajazos y estocadas.
Oh fango aniquilado por orfebres,
aflora de una vez cual oro eterno,
incorruptible cuerpo en fusión fría,
derrámate dorado sobre Dánae,
descomponte mercúrico, plateado.
Curtido con navaja de barbero,
coquetea con filos flirteantes,
sin surcar la llanura de tus venas;
lustrado por leprosos del deshielo,
lava con agua santa toda llaga,
sé grano de mostaza putrefacto,
ser de luz con alma magna.
bazofia del vicio y vezo,
mea en cuencos de manos,
caga en cuclillas sanas,
bebe a sorbos ansiosos,
come platos lejanos,
eructa, escarba, escupe,
pede, maldice, hiede,
folla cual fuelle antiguo,
con un aliento cálido,
con el soplo del fuego,
derrama flor y nata,
¡no es dispendio!
Atonta con tus cantos cancerberos,
no vuelvas la mirada, sigue recto,
explotarás sin más, en un momento,
serás un divinal chispazo en cielo.

© by I.M.C.

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