domingo, 31 de mayo de 2009

Recuperar la voz

Di versos diversos
a quien los pidió,
tanto di que luego
mi voz se apagó.
Me quedé sin voz,
me quedé sin voz.
Afónico, seco,
ciego, mudo, ¡no!
Blandamente cae
sirimiri salado,
pezcuezo en mi orvallo.
El agua remoja
mi garganta seca
deshaciendo el nudo
de mis entretelas,
vocales, bucales
nuevas cuerdas pueblan.
La saliva ajena,
servida con lengua,
me inflama, me quema,
escupo palabras
como un lanzallamas:
cuánto es mi contento,
qué gozo en mis saltos,
espíritu de vino,
espíritu divino,
sirvo de mi cántaro.

© by I.M.C.

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