sábado, 15 de noviembre de 2008

Lo imperdonable

Jugando a definiciones

del filósofo lingüista,

alborean conclusiones

que punzan como una aguja,

como una abeja asesina.

Desde la ciencia más neutra

"imperdonable", adjetivo,

formado por un preverbio

negativo en sus acentos,

formado por un sufijo

que indica pasividad,

un poder ser afectado,

el sustantivo en la base

remite al perdón humano,

remite al perdón divino.

Recoleto significa,

sustantivado adjetivo,

todo aquello que no puede

ser sometido al perdón.

Tome quienquiera el principio

de vida que en él encierra

y reconozca, en crudeza,

imperdonable coherencia:

que quien vulneró las reglas

fina, fallece, se va,

no importa de cuanto precio

fue lo que dio en el pasado.

Sin perdón y sin clemencia,

para el yo ni los demás,

sólo existen las dos reglas

que sí impiden perdonar:

desamar, retirar besos,

o no amar, no dar lo justo.

Pues, toda conculcación

del sacro pacto de amor:

maltrato, muerte o ausencia,

mal sexo, peleas, tedio,

no da cabida al perdón.

© by I.M.C.

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