miércoles, 31 de marzo de 2010

Desiderationes

No me importa lo que fuiste,
ni las esquinas oscuras,
donde abrazabas, a miles,
a hombres de pasión de tigre.
No me importa si una noche
el amor hecho blancura
te salpicó por la cara,
o penetró en tu garganta.
Yo también necesité
besos que no fueron besos,
manos que fueron las mías
recorriendo propia piel;
yo también tomé prestado
amor de saldo y barato.
¿Y para qué preguntar?
Si podemos levantar
un gran plural sin final,
un dual estereofónico
que apague la soledad.
¡Que suenen las letras suaves
y que queramos bailar
fundidos en una sombra,
en abrazo vertical!


© by I.M.C.

TUMBÁndonos dulcemente

¡Qué dulce es la ceguera,

qué ligera la venda!,

así nos contemplamos,

así nos contagiamos

la enfermedad vital.

Y te miro y me digo:

esto es gracia divina.

pero tú piel es vieja;

y grande es mi barriga.

Y me miras y dices:

esto es gracia divina.

Tus pechos ya tocan

el cielo con la punta,

mi punta no se empina,

sin milagro de viagra.

Y juntos nos miramos:

esto es gracia divina.

Bailamos con la muerte

la rumba de la tumba,

pero te miro, tonto,

y lloro de alegría.

Pero me miras, tonta,

(te encanta que sonría).

Nuestros hijos no están,

nuestros padres murieron,

mañana moriremos.

pero seguimos juntos

este largo paseo.

¡Qué grande es la familia!

Están hipertensión,

azúcar, reuma, tos,

prótesis de cadera,

y bypass coronario.

¡Y podemos con todos!,

a todos los cuidamos,

vivimos de momento(s).

Esto es gracia divina.


© by I.M.C.

Iacobus (Poetización II)

Lo peor no está en morirse
está en deber vivir solo,
sin lujos que Dios sí tiene:
omnipresente potencia
entretiene eternidades.
Lo peor es recorrer
el camino, piedra a piedra,
y que nadie ofrezca o venda
algo de saliva fresca;
si una noche en crudo invierno
lágrimas se vuelven copos,
porque el frío congeló
la marea de unos lloros,
callará Dios en su trono,
mientras hijos se revuelcan
con el suelo por pañuelo.
Lo peor no está en morirse,
ni en pudrirse allá en los cielos,
o quemarse en los infiernos,
lo peor es el silencio,
o las palabras con eco,
lo peor es ver el lienzo
sin poder pintar modelos.
Al andar esta jornada,
manda la justicia sana
que todos los caminantes
arrastren la misma carga:
la soledad infinita,
a la espera de aquel alma
cuyo amor, hermafrodita,
salva sueños, salva vidas.
En los recodos torcidos
aparecen florecillas.
¡Venga, camina, camina!
Encontrarás, de seguro,
rosa de pequeña espina,
agua fresca y cristalina,
toma cuanto necesitas,
pero deja lo que puedas,
a quien recorra la senda.

© by I.M.C.

UBI SUNT FUTURO (Poetización I)


¿Dónde están los hijos tuyos?

En el horno del futuro.

¿Dónde está la casa rica?

En país de maravillas

¿Dónde está el trabajo fijo?

En los brazos del destino.

¿Dónde está la moto nueva?

Nunca salió de la tienda.

¿Dónde están las vacaciones?

En los sueños de la noche.

¿Dónde está el coche de lujo?

Nunca conducirás uno.

¿Dónde está tu matrimonio?

En la soledad del vivo.

¿Dónde están, pues, tus amigos?

Casados, hijos; suicidios.

¿Dónde estás, responde, tú?

En el dulce declive juvenil,

a punto de surcar un mar inmenso,

medido por decenios, por decenios;

cruzando el rubicón de la treintena,

como un juguete de feria,

como una fiera soltera,

como un niño grande y solo,

como un abrazo a la nada,

como una joya preciosa

que se perdió en los rincones,

como una ganga muy buena,

o como basura muerta.


© by I.M.C.